GLOBALIZACIÓN Y DERECHOS HUMANOS EN AMERICA CENTRAL: RETOS EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACIÓN Y LOS AVANCES TECNOLÓGICOS.
Jerson Yovany Cárcamo Vásquez
I: CONTENIDO:El desarrollo de la industria y los derechos Económicos y Sociales, Minería y Generación de Biocombustible y el derecho a la salud y a un medio ambiente sano. Un nuevo escenario para replantear la identidad étnica y cultural como derecho de tercera generación. El respeto por los Derechos Humanos, en el marco de la sociedad en línea y la Preeminencia de la Condición Humana frente a los avances tecnológicos. Centroamérica: Paso obligado para el narcotráfico, el crimen organizado y las nuevas formas de esclavitud.
II. DESARROLLO
El fenómeno de la globalización es el resultado de la integración de los sectores económico y financiero a escala mundial (Hallak, 1999) y su finalidad es liberalizar el comercio y los flujos de capitales, de tal manera que se pueda comerciar con ellos sin ningún control en todo el mundo, con la expectativa de mínimas condicionantes” (Etxezarreta Miren, en Barahona, A., 2011. Pág. 3).
Como menciona (Gutiérrez, 2003, págs. 18-19) , al análisis de los derechos humanos en el contexto actual atraviesa por la reflexión en torno a seis tendencias fundamentales para reinterpretar el paradigma actual de los mismos:
1. Las tres grandes crisis planetarias: La destrucción progresiva del medio ambiente, la agudización de las condiciones de pobreza y la pauperización de las clases medias.
2. El actuar de las fuerzas hegemónicas mundiales que imponen cada vez más sus posturas y desdeñan el consenso mundial, auto otorgándose el rol de protectoras de los Derechos Humanos.
3. La presencia y acción de las burocracias privadas mundiales, impulsoras del movimiento globalizador a nivel mundial y del neoliberalismo y que pujan por la consolidación de un orden mundial supraestatal y supranacional.
4. La marcada propensión a prácticas con una visión de tipo mercantilista, guerrillista y totalitaria.
5. Los avances en la legislación internacional de los Derechos Humanos, así como el número de ratificaciones de tratados y convenios que a la fecha existe.
6. La puesta en marcha de políticas discriminatorias y humillantes con la respectiva respuesta de los grupos afectados desde una postura confrontativa, mas que pacifica y propositiva.
A tal efecto, un mundo globalizado impone nuevos desafíos en materia de Derechos Humanos, no solo por el surgimiento de nuevas necesidades de los seres humanos y la positivización de nuevos derechos, sino por la deuda acumulada que los Estados Signatarios de Tratados y Convenciones Internacionales arrastran en relación a la primera, segunda y tercera generación de derechos. Algunos retos, ante el panorama de la globalización se describen a continuación:
Reto N. 1: El desarrollo de la industria y los derechos Económicos y Sociales.
No hay duda que la globalización ha permitido que las naciones reconozcan nuevos derechos, enmarcados en la problemática de las migraciones, refugiados/as, la propiedad intelectual, el medio ambiente sostenible y la alianza mundial por el desarrollo y la paz. Sin embargo, también ha estrechado el camino de logros en materia de derechos de primera y segunda generación.
Las tendencias del desarrollo económico, social, político y cultural, dejan claras la negación real y concreta de los DD.HH, en cuanto fundamentales para la mayoría de la población mundial. En este orden de ideas, vemos como el desarrollo de la industria, el comercio, la instalación de plantas productivas de desarrollo regidas por políticas de gestión de talento humano que establecen barreras para la realización plena de derechos como el derecho a un trabajo digno y la protección contra la discriminación, el derecho condiciones dignas de empleo, el derecho a la sindicalización y la salud. Dada la condiciones de los espacios de trabajo en las grandes compañías de manufactura y producción (Hacinamiento, jornadas larga de trabajo, poca ventilación, salarios precarios, ausencia de incentivos y restricciones al derecho a la sindicalización y la huelga, etc.) que desembocan en enfermedades y accidentes de trabajo esto sin contar flagrantes violaciones a la intimidad y la integridad física, psíquica y moral de las que son sujetas/os las personas que ingresa a las fabricas así como las pruebas obligatorias de embarazo y condición serológica obligatorias para poder optar a un empleo, lo anterior como reflejo del salto en retroceso que da al traste con los beneficios laborales alcanzados por luchas anteriores, incluyendo la seguridad social e incrementando situaciones como el desempleo, la economía informal y sumiendo a los estratos menos favorecidos de la sociedad cada vez más por debajo de la línea de la pobreza (Pineda, 2011, pág.5-7, Gutiérrez, 2003, pág. 21 y Luce, s.f., pág. 9).
Para Carpizo (2004), la busqueda de la competitividad entre las grandes transnacionales y emporios productivos las llleva ainstalarse en los paises menos desarrollados, donde la normativa laboral y ecologica es precaria, lo que junto con acuerdos con gobiernos permite el pago de salarios bajos, ausencia de condiciones dignas de trabajo y ausencia de programas de seguridad social y donde no existen concecuencias juridicas considerables por la contaminacion ocasionada a rios y fuentes de agua y al ambiente, la idea que subyace es la de abaratar costos para producir y ganas mas..
Reto N. 2: Minería y Generación de Biocombustible y el derecho a la salud y a un medio ambiente sano.
Las concesiones para explotación minera, otorgadas por los estados, en el marco de los Tratados de Libre Comercio, poseen dos características (de muchas) que cabe apuntar a luz de los DDHH. En primer Lugar, bajo la iniciativas adscritas a los Tratados y al modelo de Libre Comercio, las ganancias generadas de estos rubros no son invertidas en el país, a esto se agrega la necesidad de gravar las dichas ganancias así como establecerla obligatoriedad del estudio de impacto ambiental previo a el otorgamiento de concesiones (Gutiérrez, 2003, pág. 19) .
En el marco de la explotación minera y la generación de biocombustibles, existen posturas contrapuestas a estas nuevas tendencias en el desarrollo, a causa del daño ambiental, el desplazamiento de cultivos y las consecuencias que sobre la seguridad alimentaria, y el respeto por las áreas protegidas que generan. Para el caso, el manejo de desechos y contaminantes en las zonas de explotación minera, pone en precario la calidad de vida de las poblaciones circunvecinas, estudios realizados, en el Valle de Siria, Honduras, reflejan, como resultado del mal manejo de contaminantes, existen niveles considerables de plomo, arsénico y cianuro en muestras de sangre de pobladores y pobladoras de la zona (Pineda, 2011, pág. 8 y 9) .
En el caso de los biocombustibles, a pesar de considerarse productos más limpios en relación a los derivados del petróleo, estos generan enorme inquietud en torno a la producción de CO2 que emiten por combustión de bioetanol (en menor cantidad que los combustibles fósiles), así como por la sustitución de cultivos a causa de la ocupación de espacios para cultivo del maíz o la caña de azúcar, entre otros , como materia prima de los mismos; tal situación promete traducirse en escasez de alimentos para el consumo o comercialización (por el desplazamiento de cultivos); y peor aún, la colocación de los cultivos de su materia prima en zonas que afecten áreas boscosas, que son las encargadas de la purificación del aire y mantenimiento del equilibrio ambiental, que se vería afectado por la presencia de cultivos invasivos en dichas zonas y contribuiría al desplazamiento de las comunidades campesinas que viven en dichas áreas (Pineda, 2011, págs. 11-12) .
Reto N. 3: Un nuevo escenario para replantear la identidad étnica y cultural como derecho de tercera generación.
En la realidad de un mundo cada vez más globalizado, una verdad es innegable, pues en su marco de ideas, los Estados han vuelto su mirada a las necesidades emergentes que han desembocado en los derechos ambientales, la autodeterminación de los pueblos (Responsabilidad de decidir la condición política, provisión del desarrollo económico y sociocultural, disposición de las riquezas y recursos), el derecho a la solidaridad, a la soberanía e independencia, a la identidad cultural y por su puesto a la paz. Estos derechos que hoy conocemos como Derechos de Tercera Generación son propios de la postmodernidad, poseen un carácter supranacional y se orientan a prevenir la alienación de la persona humana. (Luce, s.f., págs. 5-9; Lara Pinto, 2010).
La Cultura como tal es definida por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como:
“… el conjunto de los rasgos distintivos espirituales, materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social, y que abarca además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias (Chirimboga, en Carcamo, J., 2010, pág. 9)”.
Así mismo se define el Derecho a la Identidad Cultural como:
“El derecho de todo grupo étnico y cultural y de sus miembros de pertenecer a una determinada cultura y ser reconocido como diferente, conservar su propia cultura y patrimonio cultural tangible e intangible y a no se forzado/a pertenecer a una cultura diferente o ser asimilado/a por ella (Ruiz, 2006, pág. 197) ”.
Ese derecho de identidad cultural incluye no solo grupos étnicos y minorías, también deja espacio para minorías religiosas y lingüísticas que también comparten las garantías antes descritas y abarca en sí mismo, todos los derechos individuales ya incluidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos.
La identidad cultural no es otra cosa que el conjunto de referencias culturales por las cuales una persona o grupo se define, se manifiesta y desea ser reconocido e incluye una representación subjetiva de las formas de ver y actuar frente al mundo, esta incluye tanto el patrimonio cultural tangible como el intangible, este último no es otra cosa que los usos, expresiones, representaciones, y técnicas reconocidas por las personas como parte de su patrimonio y que son transmitidas de generación en generación y recreado constantemente para darle su carácter de continuidad (Ruiz, 2007, págs. 196-197) .
La mundialización del mercado, tan característica de la globalización, avasalla las fronteras del lenguaje, costumbres, culturas y diferencias antropológicas, dejando abierta una puerta que puede bien favorecer, bien alterar la idea de la coexistencia de culturas o llevar a la normalización de las mismas (Carpizo, 2004) .
Lo anterior nos lleva a una reflexión a la luz del carácter continuo y fluido de la cultura, que posee un carácter innegablemente dinámico permeable que le permite evolucionar a través del diálogo interno así como por el contacto con otras culturas (Ruiz, 2007, pág. 201) . El reto en una era globalizada es propiciar el necesario intercambio cultural, basado en la tolerancia y el respeto, que propicie el crecimiento y coexistencia, pero sin dejar de tener claridad en el límite cuando el intercambio da paso a la absorción y desaparición de los elementos distintivos de la cultura para dar paso a la uniformidad.
Una investigación realizada por (Bermúdez Abreu, 2006) refleja que la Identidad Nacional de los pueblos, sí es afectada por los medios de comunicación y el comercio internacional, tan característico en el marco de la globalización. La claridad se debe tener claro que la identidad planetaria no debe poner en precario el reconocimiento de la identidad nacional y cultural ni la esencia multiétnica, multicultural y plurilingüe que guardan los pueblos de Centroamérica, esa diversidad cultural, ya ha sido considerada como patrimonio común de la humanidad y su protección debe ser el resultado del concurso de particulares, Estados y la Comunidad Internacional.
Reto N. 4: El respeto por los Derechos Humanos, en el marco de la sociedad en línea.
Los derechos de cuarta generación, menos difundidos refieren entre otros tópicos a la universalización del acceso a la tecnología, la libertad de expresión en la red y la libre distribución de la información, y más aun, a la protección de la identidad humana de cara a los saltos tecnológicos de la época (Lara Pinto, 2010) . En este marco, se erigen conceptos como la ecología del conocimiento caracterizada por:
“… la preeminencia del conocimiento, el poder universalizado de la técnica, el desarrollo y la extensión a prácticamente a todos los ámbitos de la actividad humana de una forma de pensamiento llamada racionalidad tecnológica, creadora de la sociedad racional, cuyas características son una profunda interdependencia de ciencia, tecnología e industria y para contrarrestarla se propone sustituir la racionalidad tecnológica por una “racionalidad o coordinación comunicativa”. Esto con el fin edificar un sentido más global y sólido de los derechos humanos. (Bustamente Donas en Lara Pinto,2010).
La cuarta generación de derechos, plantea entonces un nuevo escenario no solo social, sino también político, pues el desarrollo de la ciencia desarrollo ha trascendido al esfera de las comunicaciones y la información, adentrándose en la modelación de la identidad y la conciencia humana, generando al estado un terreno de nuevas exigencias políticas que satisfagan las nuevas necesidades de una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología: Exigencias políticas de la tecnociencia (Bustamate Donas, 2003, pág. 63)
Ese espacio virtual en el cual se desarrollan las relaciones hoy sin las barreras de la distancia geográfica o idiomática, también impone un nuevo escenario para replantear derechos antes concebidos solo en la relación “cara a cara” o a través de medios de comunicación masiva tradicionales como la televisión y la radio. El flujo de información y comunicaciones a través del canal virtual nos hace repensar los derechos contenidos en la Declaración de 1948 con el de libertad de expresión, y protección de la intimidad personal, el flujo y acceso a datos a través de las tecnologías de la Información y comunicación (TIC’s), pues la permeabilidad de la red es vista por muchos/as como un factor crítico que atenta incluso son el sistema de valores y con la construcción/deconstrucción de las identidades nacionales, culturales y la misma soberanía, mientras que para otros/as es un espacio nuevo para propiciar la organización horizontal, un foro público que favorece el contacto e intercambio y que da un vuelco al establecimiento y sostén de las relaciones bien sean interpersonales, mercantiles y políticas. Los ataques en el ejercicio de tales derechos en línea, incluyen la censura en el acceso a la red, la implantación de barreras informáticas que impiden la consulta (“Cortafuegos”) y medidas legislativas limitantes provenientes de las “autopsias de información”, como las establecidas por algunos países asiáticos en 1996[1] (Bustamate Donas, 2003, págs. 68,69) .
Lo cierto es quela era virtual ha llegado y obliga a reflexionar en un nuevo escenario para el ejercicio de los derechos, así como la emergencia de nuevos principios éticos que orienten el comportamiento de las personas; Robert Gelman (Bustamate Donas, 2003) , redactó en 1997 la propuesta de Declaración de los Derechos Humanos en el ciberespacio, basándose en los principios orientadores de la Declaración Universal de Derecho Humanos de 1948.
Reto N. 5: Centroamérica: Paso obligado para el narcotráfico, el crimen organizado y las nuevas formas de esclavitud.
Centroamérica es una franja continental estratégica y de gran importancia para la comunicación, política economía y comercio de los pueblos de las Américas. Sin embargo, al ser paso obligado del sur del continente al norte y viceversa, nos coloca en el medio del fuego cruzado que hoy en día despiertan fenómenos como las migraciones, el narcotráfico y el crimen organizado, la trata de personas, etc.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.(2002), ha identificado ocho formas de esclavitud modernas, de las cuales Centroamerica debe prestar cuidado, en vista de suposicion geografica estrategica. En tal sentido y siempre en aras de preservar la dignidad humana, un reto es reforzar las medidas que prevengan las migraciones masivas, la trata de personas con fines de explotacion sexual, laboral y servidumbre, la prostiucion, el turismo y la esclavitud sexual asi como la prostitucion y el trabajo infantil.
III. CONCLUSIONES.
1. La globalización como fenómeno ya instalado, ofrece un escenario de desarrollo que de no regularse contraviene los mandatos internacionales de Derechos Humanos, los países centroamericanos debemos vigilar con mas ahínco el respeto por las garantías individuales y las medidas que impidan que en nombre del desarrollo se atente contra los derechos individuales.
2. De particular atención es el tema de desarrollo y su impacto en el medio ambiente, de igual manera, el Estado como garante de los Derechos Humanos, debe articular las acciones apuntando hacia preservar la seguridad alimentaria, prevenir los flujos de migraciones internas y el manejo sostenible de los recursos naturales del medio ambiente, así como los derechos individuales, mientras propicia espacios para la generación de condiciones que apunten al desarrollo económico de de la nación.
3. El desarrollo tecnológico y la emergencia de la sociedad en línea, obliga a una reformulación de los derechos de primera, segunda y tercera generación, en el marco de un espacio virtual. El trabajo de los estados se orienta hacia el establecimiento de regulación que contribuyan a la protección de derechos como la intimidad, sin llegar al punto de que tales regulaciones limiten el derecho de libre expresión, acceso y difusión de información, etc. Nuevamente cobra fuerza el rol mediador del Estado para garantizar situaciones en ambas vías.
4. Centroamérica, debe doblar sus esfuerzos para enfrentar las nuevas formas de violación a los derechos humanos y los flagelos que se arrastran desde hace décadas y que con el tiempo se agudizan. Es necesario redoblar esfuerzos en a lucha contra la pobreza y el hambre, la discriminación y la violencia. Más aun establecer las medidas para atacar la ya iniciada proliferación de las nuevas formas de esclavitud más frecuentes nuestra región.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2002). La abolición de la Esclavitud y sus Formas Contemporaneas. Nueva York y Ginebra.
Bermúdez Abreu, Y. (2006). La identidad nacional y la unificación de normas jurídicas latinoamericanas en la globalización. Revista de Derecho, Universidad del Norte , 125-140.
Bustamate Donas, J. (2003). Hacia la cuarta generacion de los Derchos Humanos; repensando la condicion humana en la sociedad tecnológica. En I. P. Capacitación, Globalización de los derechos... repensandola condición humana. (págs. 63-82). Medellín.
Cárcamo Vásquez, J. Y. (2011). Estado del Arte de los derechos de Tercera Generación: Autodeterminación, Independencia Política y Económica e Identidad Nacional y Cultural. Tegucigalpa.
Carpizo, J. (2004). Globalizacion y Principios de Soberania, Autodeterminación y no Intervención. Anuario Mexicano de Derecho Internacional , 117-148.
Gutiérrez, G. (2003). Globalización y Derechos Humanos, una mirada desde el contexto latiniamericano. En I. P. Capacitación, Globalización de los Derechos... Repensando la condición humana (págs. 15-39). Medellín: CIVIS.
Hallak, J. (1999). Globalización, Derechos Humanos y Educación. París: Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación.
Lara Pinto, G. (julio de 2010). Fundamentos y Analisis Sociológico y Político de los Derechos Humanos. Conceptos y Fundamentos de los Derechos Humanos . Tegucigalpa, Francisco Morazán, Honduras.
Luce, M. S. (s.f.). Pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos.
Pineda, A. B. (2011). Impactos de la Globalizacion en la situacion de los Drechos Humanos en Honduras. Tegucigalpa.
Ruiz, O. (2007). El derecho a la identidad cultural de los pueblos indígenas y las minorías nacionales. Una mirada desde el sistema interamericano. Boletín Mexicano de Derecho Comparado , 193-239.
[1]“ Los Estados miembros de la Asociación de Países del Sudeste Asiático - Asean), conformada por Brunei, Indonesia, Vietnam, Singapur, Filipinas, Tailandia y Malasia, firmaron un protocolo, en de cooperación conjunta, para limitar el acceso a la Internet de sus ciudadanos. El argumento: la necesidad de defender las tradiciones culturales y morales de dichos países, frente a la decadencia moral de Occidente, evitando así la exposición de sus ciudadanos a contenidos informativos que podían generar dudas con respecto a la legitimidad de sus regímenes y gobernantes” (Gutiérrez, 2003, pág. 71) .
Comentarios
Publicar un comentario